Liderazgo transformador, cómo lo entiendo!

Rebuscando en mis archivos me he encontrado casualmente una de estas misivas que siempre he enviado a mis equipos en las organizaciones para las que he trabajado.

Me gustaría compartir alguna de ellas y esta me ha parecido ideal para el momento presente.

¡Qué cosas decía por allá el año 2000!

 

“Mejorar continuamente procesos, materiales, calidad, gestión, parece que no es tan difícil. Mejorar continuamente a las personas, y en definitiva a uno mismo, es tarea realmente complicada.

Una de las tareas que tenemos todos nosotros como directivos es la de generar confianza. Por supuesto confiar en nosotros mismos es primordial, pero es insuficiente. Generar confianza verticalmente: arriba y abajo, así como horizontalmente es una de nuestras principales tareas en el quehacer diario. Y esto os lo digo no solo por la responsabilidad que tenemos como directivos sino como seres humanos que vivimos en una sociedad que nos llena de responsabilidades ( sociales, familiares, etc…..). La confianza supone en nuestro trabajo respeto. Respeto tanto personal como profesional. Y este respeto nos lo tenemos que ganar todos los días. Sin cesar. No hay minuto para el decaimiento y el abandono. Esto no siempre resulta posible. Somos seres humanos llenos de virtudes, pero también llenos de defectos. A la gente hay que prestarle la atención debida y ayudarles desde la responsabilidad que tenemos al logro de sus objetivos tanto profesionales como personales.

 Esto, repito, también es tarea del directivo. Del directivo del siglo XXl. El directivo que es capaz de dirigir. Dirigir, no autómatas, sino personas. Personas que son sensibles a los cambios, al estrés, a la dinámica del negocio. Y a nuestro alrededor tenemos ineptos, rebotados, gente que se desanima con facilidad. A todos ellos hay que facilitarles la labor, ofreciéndoles confianza, dando ejemplo, ayudándoles a entender mejor, reducirles el estrés. Muchas veces esto está rodeado de conflictos (acuerdo, desacuerdo). Pero siempre hay que intentar evitar el enfrentamiento. El equilibrio siempre está en mantener un viene y va de acuerdos y discrepancias de una forma racional y poco emocional.

¿Y sabéis?, lo más importante es hablar. No permitir que se produzca el silencio emocional, ese vacío temible, producido por el orgullo, desinterés, insensibilidad, y ni tan siquiera por evadir el conflicto o por una mera venganza.

Creo que todos debemos hacer un esfuerzo con nosotros mismos y dar el ejemplo necesario a los demás aprendiendo a pedir perdón. Es, a mi entender, la forma más racional y emocionalmente inteligente de resolver conflictos y fomentar una relación constructiva en nuestras empresas.

Aprender a pedir perdón. ¡Qué cosa tan bonita!, ¡qué acción tan positiva!, repito no solo en nuestro trabajo, sino en nuestra vida personal. Aceptar nuestros errores, reflexionar sobre los mismos, reparar el daño causado, ……., no tengamos miedo, ni reparo en hacerlo. Desde aquí os invito a ello. A poder expresar con claridad, honestidad y absoluta sinceridad un “me ha dolido esto que has hecho”,  a expresar “lo siento, espero que no suceda de nuevo”, a transmitir tranquilidad diciendo un “no te preocupes, no ha tenido importancia” y sobre todo a dar en mayúsculas las “GRACIAS” a todos los que nos ayudan y también por qué no, a los que nos piden perdón.

Jose-Pedro Martinez

Picassent (Valencia), Diciembre 2001”

 

5 consejos para irse de vacaciones

¿Se aproximan tus vacaciones? Ahora ya puedes comenzar a seguir estos consejos sencillos.

1.- Haz una lista, no muy extensa, de qué tienes que hacer en tu última semana antes de salir de vacaciones. El mundo no se acaba ahí. Incluso podrás deshacerte de muchos asuntos que estaban encima de la mesa sin despachar y ya no es necesario cuidar de ellos,

2.- No esperes hasta el último momento para planificar tus vacaciones, hacer tus reservas, viajar a tu destino.

3.- Acuerda con tu jefe la necesidad, el cuándo, es preciso que estés disponible en tu tiempo de vacaciones. Si puedes evitarlo mucho mejor.

4.- Email: leer o no leer. Determina si le puedes dedicar un tiempo por semana de vacaciones a revisar tu correo. Si es algo que no interfiere en ti mismo, tus vacaciones con la familia, amigos, pareja, puedes hacerlo siempre que te sientas cómodo. Busca un tiempo que no incomode a los demás.

5.-Tranquiliza tu mente y deja a un lado tus preocupaciones mientras descansas. No te preocupes sobre la cantidad de trabajo que te espera a la vuelta.

¡Felices Vacaciones!

 

Culturas de la confianza y la franqueza

Está demostrado que el 70% de los procesos de cambio fracasan. Los Directivos están confundidos con tantas metodologías para gestionar los cambios y al final fracasan con un método u otro. Los cambios implican un gran esfuerzo humano y económico para nuestras compañías y sus culturas.

Si equilibramos la parte humana con la económica podremos obtener un buen retorno de nuestros esfuerzos, haciendo que los cambios sean exitosos. Los accionistas van a esperar cambios exitosos midiendo solo los resultados financieros. ¿Cómo podemos conseguir estos ventajosos resultados con los cambios? Seguramente haciendo ajustes importantes en nuestras plantillas y con procesos de reestructuración.

Pero ésta no es la única manera. Debemos considerar siempre a nuestro Capital Humano en nuestras organizaciones. Si desarrollamos nuestras capacidades como personas, también podremos mejorar los resultados de nuestros cambios. De todos modos, hay una parte muy importante en nuestras organizaciones que permitirá mantener discusiones saludables, alcanzar un mayor compromiso con altas dosis de responsabilidad y finalmente obtener los resultados esperados. A todo lo que permite alcanzar esto se le llama Confianza.

Esto último no solo contribuye a alcanzar el éxito en los cambios, sino también a desarrollar equipos mucho más efectivos y una excelente comunicación dentro de la organización. La confianza es un atributo que es bien apreciado por los empleados de las compañías y cuando los líderes no actúan de forma clara potenciando la confianza dentro de la organización, no adquieren un compromiso emocional y no comunican de una forma transparente y honesta, finalmente conseguirán un resultado contrario a lo esperado, sus empleados desconfiarán de ellos.

Conquistar los corazones y mentes de nuestros empleados estimulará el valor de la compañía mediante cambios más profundos.

La IV Revolución Industrial viene como un huracán; fuerte, poderosa y rápidamente. Tan rápido que es muy difícil adaptar el marco regulador y legislativo.

La mayoría de los líderes son bastante tradicionales y poco disruptivos, pero gestionar el cambio en un entorno de mercado predecible, con crecimientos lineales, modelos tradicionales y comportamientos de los consumidores racionales es algo que ya no va a ser real nunca más.

Es muy importante que los líderes mantengan comportamientos coherentes y equilibren sus creencias, acciones y quienes son ellos. También tienen que fijarse en los planes de acción tanto del corto como del largo plazo, pero también tienen que priorizar las acciones de forma que les permita orientar sus esfuerzos en alcanzar una clara visión estratégica del negocio.

El cambio es retador y amenaza nuestra zona de confort. Esa zona desde donde es tan difícil salir rápidamente. El cambio requiere de una gran dosis de energía e incluso nos puede llevar a una pérdida de control. Cuando sentimos que perdemos el control, entramos en una situación de incertidumbre y esa incertidumbre es difícil de manejar. El truco está en pelear por aquello sobre lo que tenemos más certeza y podemos controlar mejor. En cualquier caso, el cambio siempre es positivo. Cuando cambiamos crecemos y nos desarrollamos. Algunas veces las cosas no salen como esperábamos. Pues incluso en ese caso aprendemos, y todo ese aprendizaje nos será muy útil para nuevos cambios y nuevas experiencias.

La clave para gestionar el cambio exitosamente está en enfocarse en lo que realmente importa. Empezar con el “por qué” es vital. Si tienes claro del por qué el cambio es necesario, será mucho más fácil permanecer enfocado sobre lo que realmente es importante. Aceptemos que habrá problemas al inicio y que habrá cosas que saldrán mal pero no perdamos nunca de vista lo que es realmente importante.

Liderando Positivamente para Conseguir Resultados Positivos

Muchas organizaciones establecen como prioridad la Gestión del Cambio y el Desarrollo del Liderazgo, pero la mayoría fracasan en alcanzar sus objetivos cuando nos referimos a estas actividades. Dado que ambas están interrelacionadas completamente y no se tratan al mismo tiempo, las compañías fracasan.

No obstante, el liderazgo no recae únicamente en la responsabilidad de los directivos senior sino también en los responsables en todos los niveles de la organización.

Las iniciativas de cambio que requieren modificaciones en ciertas normas y comportamientos llevarán a los directivos a sacar las mejores habilidades de liderazgo y esto permitirá abordar con éxito cambios culturales en la organización. Es muy importante que los líderes se basen en sus propios valores y capacidades ya que esto les permitirá salir adelante con éxito cuando se tengan que enfrentar a cambios en sus organizaciones.

Una vez los objetivos están definidos claramente y aceptados, los ejecutivos pueden identificar potenciales líderes a lo largo y ancho de la organización que puedan unirse a estos procesos de gestión del cambio y desarrollo de liderazgo. Estos pueden ser bien miembros del comité de dirección, personal clave, empleados que han mostrado entusiasmo por los cambios a abordar e incluso personal que se ha identificado con alto potencial, o cualquiera de todas estas combinaciones.

Las personas tendemos a estar en nuestra zona de confort y tendemos normalmente a aceptar la influencia externa para dirigir nuestros comportamientos y decisiones. Hoy en día los cambios afectan de manera importante a nuestras vidas y también al desarrollo de nuestras organizaciones, de manera que no podemos permanecer en un estado contemplativo y de confort, sino que tenemos que tener un grado de conciencia elevado de los hechos que nos están afectando.

Necesitamos ir hacia adelante para alcanzar los objetivos, pero, ¿qué clase de resultados queremos obtener? La respuesta a esta cuestión será determinante en la forma en que vamos a perseguir el propósito que buscamos. Los líderes deben también enfocarse en los intereses colectivos dentro de la organización más que en los suyos propios y dedicar una atención a los diferentes estímulos que recibimos del mundo exterior para poder abordar los cambios necesarios sin perder nuestra adaptabilidad, creatividad y nuestro carácter único.

Es importante señalar que para obtener buenos resultados precisamos de tener buenos hábitos en nuestras compañías. Cuando éramos niños nos decían que tener objetivos era bueno pero que tener hábitos (vicios) era malo. Crear hábitos y rutinas positivas traerá éxito y productividad que reforzará nuestros resultados y finalmente la consecución de nuestros objetivos.

Al contrario de lo que solemos escuchar popularmente, la mayoría de las personas son resilientes cuando se enfrentan a adversidades, de forma que podemos aseverar que las personas somos resilientes por naturaleza. Considerando a la resiliencia como la capacidad que tenemos para recuperarnos de las dificultades, poseyendo un control emocional que significa el poder permanecer calmados ante la presión, controlando nuestras respuestas emocionales ante hechos externos, con la habilidad de controlar nuestro comportamiento para alcanzar nuestros objetivos, disponiendo de apoyo social adecuado, siendo empáticos con los estados emocionales de los demás, creyendo firmemente que las cosas siempre pueden cambiar a mejor enfocándonos en lo que se puede controlar y haciendo los cambios en ello y siendo flexibles  y precisos al mismo tiempo sobre las causas y sus implicaciones. Todo ello será determinante para un liderazgo positivo y transformacional.

No es suficiente con ser un líder productivo para conseguir que los demás nos sigan, se necesita también ser un líder resiliente que sea un ejemplo para la organización en cuanto cómo se recupera de las situaciones que pueden producir desviaciones en los resultados de nuestras organizaciones.

Podemos concluir que necesitamos estar enfocados en los resultados, atentos a lo que sucede internamente, abiertos a lo que ocurre en el exterior para poder enfrentarnos a los retos a los que tenemos que enfrentarnos y sobre todo poseer unas dosis elevadas de coraje y determinación que pueda hacer que los resultados se produzcan.