Design Thinking para niños y jóvenes

El Design Thinking nos puede impulsar a ser parte de la creación de un futuro mejor y ayudarnos a enfrentarnos a los retos que la vida nos pone por delante pudiendo tomar mejores decisiones.

Los niños en los colegios pueden ser esos diseñadores del mundo del futuro. Ellos serán los grandes influyentes y los que hagan que las cosas sucedan en un futuro. Design Thinking es una muy buena herramienta para ellos, para que estudien y creen soluciones para este mundo.

La colaboración en la educación es muy importante y el Design Thinking enfocado a los profesores puede ser de gran ayuda en los colegios para impulsar la creatividad y generar nuevas soluciones. Los profesores tienen una gran tarea por delante, preparar a la gente para los trabajos del futuro, algunos que incluso no existen todavía, preparándoles para problemas que no conocen como afectarán a la vida de los estudiantes de hoy, así como preparar sus carreras.

Pero también es muy importante y desafiante para el futuro de nuestros estudiantes, mantener una dosis de optimismo bien alta. ¡Esto será muy crítico! El optimismo es parte de nuestras emociones y lo necesitamos para enfrenarnos a los continuos retos que se nos presentan.

Las clases, los colegios y las universidades de todo el mundo, se enfrentan diariamente a retos que pueden ser resueltos de manera creativa con Design Thinking. Esta herramienta ayuda a aproximarse a estos retos con nuevas perspectivas, nuevas ideas y nuevas soluciones.

El proceso de diseño tiene diferentes fases: descubrimiento, interpretación, ideación, experimentación y evolución. Cada una de ellas ayuda a poner el Design Thinking en acción, generando y desarrollando nuevas ideas de una manera estructurada.

Cuando usamos esta herramienta, usualmente tenemos un reto al que nos debemos enfrentar. Después de ello y una vez hemos aprendido sobre él, necesitamos interpretarlo. Con mente abierta y libertad probablemente nos será más fácil ver una oportunidad. Ese es el momento en el que podemos crear algo nuevo y generar nuevas ideas. Deberemos experimentar esa idea creando un prototipo y finalmente desarrollarlo panificando los siguientes pasos, comunicando la idea a las personas que pueden ayudarnos a ponerlo en marcha y finalmente documentar el proceso.

El Design Thinking requiere que consideremos los problemas reales, investigar, analizar, y aportar ideas nuevas y originales, experimentar e incluso construir cosas a mano. Sé que es muy difícil integrar estos procesos en la vida diaria de los colegios y universidades.

Esta aproximación junto con algunas cualidades propias de un pensador efectivo puede ser motivador e inspirador. Necesitamos gente motivada y que pueda inspirar a otros, provocándoles el entusiasmo necesario para que puedan aportar su innovación al éxito. A través de todo ello, se pueden transmitir a los estudiantes ciertas habilidades de liderazgo e iniciativa.

El poder cumplir con los plazos en un proceso de diseño también requiere de cierta disciplina. Es importante que nuestros estudiantes practiquen como monitorizar el progreso mediante técnicas tradicionales como la gestión del tiempo y la gestión de proyectos.

Observar, preguntar y escuchar facilita el Design Thinking. Es necesario que los estudiantes obtengan ciertas habilidades para poder realizar entrevistas y de esta manera entender el poder de estas tres habilidades.

Los estudiantes deben aprender también que la información nueva es esencial para el proceso, de manera que deberán realizar investigaciones a través de la red e identificar expertos que les faciliten toda la información que necesitan para avanzar. En ese momento, desarrollarán la empatía necesaria que les sumerja en las experiencias de los usuarios.

La fase de Prototipado y la obtención de Feedback están vinculadas de una forma iterativa, de tal manera que el ciclo acabará facilitando la mejor solución. Al final, el Design Thinking está orientado a la acción. Si somos capaces de construir algunos objetos que sean tangibles, esto permitirá a los estudiantes obtener más feedback de los usuarios antes de que preparen la última y mejor versión. La experimentación junto con los fallos que puedan tener, son de gran ayuda por la información que dan y contribuirán al éxito del proyecto.

Cuando los estudiantes consiguen feedback de sus prototipos ellos se pueden preguntar, ¿deberíamos cambiar nuestro prototipo?, ¿necesitamos más información? ¿deberíamos comenzar de nuevo?

Los niños y los jóvenes aprenden más haciendo, de manera que, si ellos están activamente participando en el diseño y creación de proyectos, les ayudará a explorar conceptos que les lleve a estar más cerca de encontrar nuevas formas de pensar y diseñar.

Desde las guarderías a la Universidad, el Design Thinking es una forma de hacer que las personas sean más efectivas y sean capaces de sacar sus capacidades más innatas.

Design Thinking con la diversidad cultural

Estamos acostumbrados a desarrollar productos, innovar en diferentes áreas de nuestras compañías, pero, ¿hemos considerado alguna vez que las diferencias culturales, diferentes países, pueden suponer diferencias cuando diseñamos nuestros productos y procesos?

Cuando nos internacionalizamos tenemos que escalar nuestro negocio considerando a nuestros clientes, productos e incluso nuestro modelo de negocio. También tenemos que defender nuestra posición y competir con competidores locales fuertes.

Tenemos una herramienta poderosa, aunque algunos de nuestros directivos piensen diferente, que es la innovación. Si disponemos de un producto muy novedoso e innovador, que realmente encaja muy bien en el mercado en el que estamos implantando nuestra estrategia de internacionalización, disponemos de una ventaja competitiva muy grande.

Cuando desarrollamos en nuestras organizaciones una cultura enfocada a la innovación, podemos descubrir más fácilmente muy buenas y rentables oportunidades de negocio. El Design Thinking puede ayudarnos a incorporar nuevos productos en los nuevos mercados en los que queremos tener presencia, pero tomando en consideración las diferencias culturales existentes, como pueden ser la propia lengua, la vestimenta, tradiciones, estilo de vida, el diseño, comida, costumbres.

Antes de que comencéis con una sesión de Design Thinking, intentar definir entre tres y cinco características de la cultura del país donde queréis desarrollar vuestra organización. Pero sobre todo ello, considerar también qué industrias y servicios están en ese momento en desarrollo o con buenas perspectivas de crecimiento, y que todo ello os permita terminar de decidir el proceso de internacionalización.

Para tener éxito en otros países y culturas, necesitáis que vuestras compañías sean excelentes en sus operaciones. La mayoría de las economías están demandando una calidad alta en los productos que se comercializan, de forma que, la opción de acudir a esos mercados en desarrollo o economías emergentes con segundas marcas o productos de inferior calidad no es tal opción.

Design Thinking (DT) os ayudará con una aproximación adecuada a vuestros clientes en esos mercados. En el caso de aplicar los cinco pasos del DT, podéis mejorar considerablemente los resultados en esos mercados. DT es una gran herramienta para ello. De manera que, ¡empatizar con vuestros clientes! Es muy importante observarles en el mercado y en sus empresas. Definir cuál es el problema o el asunto a resolver. Generar ideas nuevas e innovadoras con un brainstorming. No perdáis el tiempo, los prototipos son clave en esta fase. Dedicar tiempo a testear todo lo que habéis creado, obtener feedback, y finalmente iterar hasta obtener el resultado deseado.

Cuando estamos en un mercado diferente, las cosas suceden de manera diferente a como las podemos esperar. Ver cómo se comportan los mercados y los clientes será crucial para nuestro éxito. Saldremos ganando si comparamos las diferencias culturales que existen entre ellos y nosotros. En el proceso de Design Thinking, debemos considerar todas estas diferencias si queremos ser realmente innovadores enfrentándonos a los retos del mercado. Recomiendo que los directivos, marketing y la organización de ventas se encarguen directamente de esta actividad de observar. Ellos conseguirán información relevante para la toma de decisiones.

Si ponemos en práctica todo lo que hemos aprendido con el Design Thinking, podremos realizar actividades de benchmarking con los competidores locales. ¡Qué importante es observar a los competidores extranjeros y locales! Nos darán nuevas ideas que nos ayudarán a mejorar la oferta de nuestra cartera de productos.

Necesitamos organizaciones muy flexibles para superar los retos de los mercados a los que nos queremos dirigir. Pensar siempre, al involucrar a vuestros equipos en una actividad de Design Thinking, que las diferencias culturales afectarán de manera importante a vuestras decisiones. No intentar transferir vuestros usos y costumbres a otras culturas o países. Intentar adaptar lo que sabéis hacer a esas otras culturas.

Testear e implantar ideas, obtener el adecuado feedback del mercado y de vuestros clientes y después entrar en un proceso iterativo, será esencial para conseguir un éxito con el desarrollo de esas ideas en otras economías.

La Tecnología, la Transformación Digital, la Globalización y la Diversidad Cultural, determinarán el mapa del futuro de los negocios. No dudar en aprender y prepararos para cruzar fronteras. El mundo no es tan plano.

Design of Thinking: Cómo llevar a los equipos hacia el éxito

Genuine teamwork remains as elusive as it’s ever been, eso es lo que dice Patrick Lencioni, fundador de The Table Group.

Desde tiempos remotos hemos investigado para poder entender el comportamiento humano. Nos gusta conocer y entender lo que la gente hace, como lo hace, y por qué lo hace. Nosotros, como seres humanos, siempre hemos intentado observarlo en los demás y en nosotros mismos.

Las diferentes civilizaciones describieron el comportamiento humano de acuerdo a diferentes métodos y sistemas, hasta que las escuelas de la psicología moderna llegaron. William Moulton Marston desarrolló un nuevo modelo en los años veinte del siglo pasado, para ayudar a entender como la gente normal sentía y se comportaba en el mundo que le rodeaba.

La interacción entre individuos nos ofrece hoy en día una gran oportunidad para todos nosotros en nuestras actividades diarias. Solemos tener la necesidad de prestar una atención muy seria a nuestros patrones de comportamiento y los diferentes modelos que encontramos en nuestras empresas. De manera que tenemos que diseñar como pensamos, pero sobre todo ello como tenemos que interactuar en nuestros equipos y qué sucede con las relaciones con sus miembros.

Hay dos conceptos fundamentales a considerar. La Percepción y el Entorno, y cómo interactúan, como vemos a otros, circunstancias, retos, oportunidades y situaciones. A esto lo podríamos considerar como la visión externa. Pero la percepción de nosotros mismos es también muy importante cuando queremos comparar nuestro poder con el del entorno. Esto se refiere a como vemos el entorno que nos rodea, si es más o menos fuerte que nosotros.

Cuando creamos, desarrollamos y construimos un equipo, necesitamos considerar diferentes aproximaciones, y al mismo tiempo entender que las personas tienen diferentes puntos de vista sobre la misma situación. Ninguna mejor que la otra, cada estilo es único y diferente tal y como son nuestras huellas digitales, pero esa diversidad aporta una visión completa y riqueza a las diferentes situaciones a las que nos tenemos que enfrentar. Si cada uno de nosotros viera las diferentes situaciones de la misma forma, las personas no generarían esa riqueza que da la diversidad ofreciendo diferentes perspectivas y soluciones.

Los diferentes patrones de comportamiento tienen también diferentes percepciones del entorno y de ellos mismos, de manera que cada uno de ellos intenta adaptarse al entorno que ellos perciben. Los equipos están compuestos por diferentes estilos, de manera que el líder tiene que entenderlos para poderlos dirigir de una manera efectiva y equilibrada, mejorándoles con algunos comportamientos que les ayudará a crear equipo.

Tal y como dije en mi último post, “Contando Historias con Design of Thinking”, nuestras creencias determinarán nuestros pensamientos y estos crearán nuestros sentimientos. Esto determinará nuestro carácter y finalmente nuestro comportamiento definirá el resultado de nuestras acciones.

La creación de equipos tiene diferentes etapas, y lo más probable es que la convivencia de diferentes patrones de comportamiento en el equipo sea lo mejor para poder conectar con esas diferentes etapas. De manera que, si estamos en la etapa de formación, necesitaremos miembros del equipo más entusiastas, orientados al trabajo en equipo, con un patrón de comportamiento que considere al entorno como favorable.

Cuando llegamos a la etapa de conflicto, la cual probablemente sea la más difícil para el equipo, los miembros del equipo observarán que las tareas son mucho más difíciles de lo que ellos habían imaginado y expresan sus individualidades de forma hostil y con un exceso de celo. En ese periodo de tiempo, necesitaremos como líderes, dirigir el equipo desarrollando ciertos comportamientos que fomenten el compromiso y la responsabilidad del equipo y que les conduzca con determinación hacia el éxito. Diferentes patrones de comportamiento, que son las dimensiones, responden de una forma diferente frente al compromiso y la responsabilidad, de manera que tendremos que liderarles para conseguir esos últimos de una forma efectiva.

Pero previamente deberemos gestionar los conflictos de una manera constructiva, que será definitoria para superar todas las dificultades de esta etapa.

Durante la siguiente etapa, la normalización, los miembros del equipo aceptarán a los demás. El equipo comienza a desarrollarse y a alcanzar un nivel de cohesión. Se dan cuenta de que no van a sucumbir, y comienzan a trabajar juntos para mantenerse a flote. El desarrollo de la confianza, basada en la vulnerabilidad del ser humano, aportará grandes dosis de proximidad e intimidad al equipo, al compartir y discutir expresando emociones y aportando una crítica constructiva.

La etapa de desempeño es la última, los resultados se acercan. El equipo tiene un buen desempeño como una única unidad, y han descubierto y aceptado sus fortalezas y debilidades, pero también han reconocido la existencia de diferentes patrones de comportamiento que les hace ser un equipo único, cohesionado y equilibrado.

Los líderes son los responsables de alcanzar la efectividad y el alineamiento del equipo. Dirigir a un equipo, conociendo y entendiendo los diferentes patrones de comportamiento, facilitará un buen impacto en su resultado.

Los líderes no pueden cambiar la forma de pensar de los miembros del equipo, pero sí que pueden ayudarles a mejorar su desempeño como individuos y como equipo, entendiendo sus diferentes patrones de comportamiento y los de ellos mismos.

En estos tiempos de cambios rápidos y profundos necesitamos sacar nuestras cabezas de la caja y diseñar nuevas formas de pensar.

Contando historias con Design of Thinking

Diseñamos productos, resolvemos problemas, definimos propuestas de valor, incorporamos la narración de historias en nuestras actividades de marketing, pero también deberíamos diseñar nuestra manera de pensar.

No somos conscientes de nuestros modelos mentales, pero nuestros valores son la base de nuestras creencias. Estas determinarán nuestros pensamientos y por último estos crearán nuestros sentimientos. Eso es por lo que es tan importante el cómo pensamos como individuos y qué sucede en el interior de nuestras mentes.

Como seres humanos tenemos diferentes niveles de competencia y para ser excelentes diseñadores de nuestros pensamientos necesitamos alcanzar la competencia inconsciente. Ello requerirá de un proceso iterativo que permitirá realizar prototipos y tests hasta alcanzar un nivel de perfección en los mismos.

Uno de los principales métodos de comunicación ha sido siempre contar historias. A lo largo de la historia, desde tiempos antiguos, los seres humanos contaron historias incluso de forma gráfica con sus pinturas rupestres. Las historias pueden poner tu mente a trabajar y pueden influir notablemente en nuestras decisiones.

Cualquier cosa que hayas vivido, pues hacer que otros experimenten las mismas sensaciones. O por lo menos, conseguir que las mismas secciones que has activado en tu cerebro también las activen ellos. Nuestras historias suponen al menos un 65% de nuestras conversaciones.

En 2006 se publicó un estudio en la revista NeuroImage, en el que investigadores en España preguntaron a los participantes en el estudio que leyeran palabras que estaban asociadas de manera importante a aromas, así como también lo hicieran con palabras neutras. Sus cerebros fueron escaneados y se obtuvieron imágenes mediante una resonancia magnética (fMRI). Cuando los participantes leyeron palabras como “perfume” y “café”, sus áreas de la corteza cerebral relacionadas con el sentido del olfato se activaron; mientras que cuando leyeron palabras como “silla” y “llave” esta área permaneció inactiva.

Solemos vincular las metáforas y la realidad de manera automática. A todo lo que llega a nuestros cerebros buscamos la relación causa-efecto de alguna experiencia que hayamos vivido previamente.

Cuando nos enfrentamos con diferentes retos en los negocios u otra clase de situaciones empresariales, nos enfrentamos más de una vez con rediseños en donde el Design Thinking nos ayudará enormemente y podremos relacionar los nuevos diseños con nuestras experiencias.

El Storytelling es una de las herramientas más potentes que tenemos para obtener resultados inmediatos y será muy útil su uso en las actividades de Design Thinking. Los líderes pueden utilizarla para convertir sueños en acciones y finalmente obtener los resultados deseados. Cuando contamos historias, debemos estar convencidos de ellas, sentirlas como propias antes de compartirlas con otros. Una historia es la única manera de activas ciertas partes en nuestras mentes de forma que quien nos escucha convierta la historia en algo suyo, formando parte de su experiencia.

También es muy importante contar las historias de manera diferente en función de las circunstancias que nos rodean. No podéis repetir la misma historia sin haberla adaptado previamente al momento y a la audiencia.

Nos gusta que los demás hagan suyas nuestras propias historias. Esto es, como lo que sientes cuando un amigo te cuenta una historia y un par de semanas más tarde le cuentas esa misma historia como si fuera tu gran idea. Esta es la mejor forma de influir en los demás con tus propias ideas.

Peter Guber, productor de cine, define muy bien todo este concepto en “The Four Truths of the Storyteller”, cuando el considera The Truth of the Teller, The Truth of the Audience, The Truth of the Moment y The Truth of the Mission.

La corteza frontal de tu cerebro es la responsable de nuestras emociones y solo es activada con palabras y frases que te emocionan. Esto no es meramente una opinión; ha sido investigado en sucesivas ocasiones y también probado que las metáforas tienen un mayor impacto en nosotros que el que tienen las palabras comunes.

Deberías recordar todos estos conceptos cada vez que tengas que crear tu propia historia.

Ventajas creativas para las más pequeñas

 

 

 

 La creatividad es una parte esencial de nuestros negocios. Pero necesitamos que nuestras pequeñas empresas también lideren la creatividad. Design thinking demanda un pensamiento creativo.

Se pueden establecer ciertas tácticas que a las pequeñas empresas les permitan competir con las grandes compañías y corporaciones en materia de creatividad.

Hay ciertas actividades que las grandes empresas no pueden o les es difícil realizar. Las grandes empresas funcionan más en línea con el concepto de departamentos estancos. Así que normalmente el departamento de marketing comunica con su personal: Product Managers, Soporte a Ventas, Customer Experience entre otros, muchas veces aislados de lo que ocurre en el departamento de ventas. Sin embargo, en una pequeña empresa donde muchas veces se comparten los mismos espacios físicos, de una forma habitual o incluso de manera accidental, el personal escucha los retos, las oportunidades a las que se están enfrentando otros departamentos u otros compañeros.

También se asiste a reuniones en las que los participantes provienen de diferentes departamentos. En estas reuniones se aprende a ofrecer soluciones para situaciones de negocio de departamentos diferentes.

Es cierto que algunos empleados ofrecen soluciones e ideas sobre situaciones de las que no son expertos. Eso realmente, aunque se pueda pensar lo contrario, ayuda muchísimo a abrir el abanico de posibilidades y soluciones mucho más creativas. Y al final siempre queda la sintonía fina que pueden ajustar los expertos.

Recomiendo actuar de esta manera, haciendo participar a diferentes empleados de diferentes áreas, para que puedan compartir experiencias y soluciones creativas en situaciones complicadas, programas de mejora, diseño de producto, rediseño de procesos, mejora de la experiencia de nuestros clientes. Un par de veces al año puede generar grandes sorpresas, especialmente de lo que son capaces de hacer nuestros empleados.

También existe la posibilidad de persuadir a nuestros empleados a pensar sobre las necesidades y posibilidades de mejora de otros departamentos de una manera más habitual.

Claro que, para poderlo conseguir es posible que debamos modificar en parte nuestra cultura corporativa.

¿Por qué?

Para poder conseguir que nuestro equipo sienta la libertad de poder expresar ideas que capturen la atención de los directivos o mandos intermedios de los que jerárquicamente dependan o de otras áreas y poder discutir ideas y preocupaciones es muy importante evitar la reprobación cuando se cometan errores. Todo ello facilitará el que nuestros equipos aumenten su capacidad de aprender.

La posibilidad de poder entablar conversaciones abiertas, transparentes y con conflictos gestionados positivamente ayudarán a los empleados a sentirse más tranquilos, seguros y motivados, ofreciendo soluciones para otras áreas diferentes a las suyas.

 

Poder gestionar la creatividad de esta manera va a ser siempre mucho más sencillo hacerlo en compañías de pequeño tamaño que en grandes empresas. Pero para ello se necesita práctica, perseverancia y una determinante resiliencia que permita obtener los resultados buscados. Ese cambio de cultura ayudará mucho a conseguirlos. Compañías con una cultura mucho más inspiradora, y colaborativa son candidatas a obtener grandes ventajas competitivas frente a los más grandes.

Al final, no dejéis de hablar con vuestros empleados para obtener información directa de ellos en cuanto a cómo ayudarles a ser más creativos. Quizás necesiten más flexibilidad horaria, o un tiempo de retiro con el equipo para trabajar esa creatividad. Escúchales sin juzgarles, seguro que se pueden encontrar productividades y facilitar la generación de nuevas ideas. Pero no lo olvides, necesitas esos tiempos de conversación con ellos. Después de todo, la creatividad no tiene valor si nade la comunica.