Gestionando el cambio siendo quienes somos

Tenemos tendencia a que nos guste mucho más la seguridad de lo conocido que la incertidumbre de lo desconocido. Cuando pensamos en cambio, lo hacemos en términos de perdida, y no vemos la oportunidad de obtener cosas nuevas y positivas que el cambio nos puede aportar.

Pero la vida de manera habitual nos hace enfrentarnos con cambios de manera continua y necesitamos estar preparados para ello. Y aunque muchos de nosotros intentamos permanecer sin ser afectados por los cambios a lo largo de nuestras vidas, al final, en el largo plazo no es posible escaparse de ellos.

No todas las personas tienen aversión a los cambios y podemos encontrar en nuestras organizaciones muchas personas que están esperando a que sus líderes tomen las iniciativas para cambiar. Recuerdo muy bien cuando dirigí uno de los líderes en España de la industria química para los profesionales de la construcción y la construcción. Incluso podría poner más de un ejemplo. La compañía había intentado en varias ocasiones implantar un cambio en el ERP. En aquel momento, preparamos junto al equipo de sistemas de información de la Central un proceso de cambio muy cuidadoso y detallado. Sabía que era ambicioso para aquella cultura de la organización, pero estábamos muy seguros de que podríamos alcanzar nuestro objetivo. Aquella cultura tan arraigada durante tantos años junto a unos empleados anclados en su zona de confort no permitió hacer los cambios que se habían planificado.

¿Cuántas razones escondidas detrás de aquello?

Solamente los empleados que se habían incorporado a la compañía recientemente estaban entusiasmados con abordar un proceso de cambio, incluso poniendo en juego sus status.

Hay diferentes concepciones sobre como las personas aceptan el cambio. Tal Ben Sahar, escritor y profesor, experto en Psicología Positiva, dice que el ser humano basa sus pensamientos en sus creencias y expectativas. Crean la necesaria motivación para aceptar los cambios. Algunas veces no hay la suficiente consistencia entre nuestras creencias y la realidad. A nuestra mente no le gusta cuando se produce una inconsistencia entre nuestros pensamientos internos y la realidad externa.

Cuando esta consistencia existe hace que nuestro desempeño sea excelente. Escuchamos, somos curiosos, somos colaborativos y estamos abiertos a nuevas ideas y cambios.

Pero en el caso de que la consistencia se pierda, intentamos recuperarla. Por ejemplo, si consideramos que alguien no nos gusta, pero vemos que se comporta de una forma que nos gusta, podemos cambiar nuestra opinión y por tanto nuestra forma de pensar. A esto se le llama “actualizar nuestra mente”. Este cambio no sucede muy frecuentemente. Tenemos una segunda opción llamada “descartar información”. Algunas veces, aunque podemos ver las cosas de manera diferente a como las pensábamos, lo ignoramos. Una tercera opción es llamada “buscar la confirmación de la evidencia”. Intentamos encontrar la información necesaria que nos permita probar lo que creemos y también descartar la información que nos podría ayudar a actualizar nuestra mente.

A menudo caemos en la trampa de descartar, ignorar, o activamente buscar la confirmación de la evidencia. Pero todavía tenemos una última opción que es la de crear una nueva realidad. La realidad comprende dos percepciones; la objetiva (lo que está ahí fuera) y la subjetiva (nuestra propia interpretación). Nuestra interpretación es muy importante en como nosotros percibimos e interpretamos el mundo.

Dependerá de nuestras creencias el cómo aceptamos los cambios. Dependerá de si nuestras creencias son positivas o pensamos que las cosas no van a ir bien, el cómo va a ser nuestro desempeño. Será muy diferente en un caso y en el otro.

Design of Thinking: Cómo llevar a los equipos hacia el éxito

Genuine teamwork remains as elusive as it’s ever been, eso es lo que dice Patrick Lencioni, fundador de The Table Group.

Desde tiempos remotos hemos investigado para poder entender el comportamiento humano. Nos gusta conocer y entender lo que la gente hace, como lo hace, y por qué lo hace. Nosotros, como seres humanos, siempre hemos intentado observarlo en los demás y en nosotros mismos.

Las diferentes civilizaciones describieron el comportamiento humano de acuerdo a diferentes métodos y sistemas, hasta que las escuelas de la psicología moderna llegaron. William Moulton Marston desarrolló un nuevo modelo en los años veinte del siglo pasado, para ayudar a entender como la gente normal sentía y se comportaba en el mundo que le rodeaba.

La interacción entre individuos nos ofrece hoy en día una gran oportunidad para todos nosotros en nuestras actividades diarias. Solemos tener la necesidad de prestar una atención muy seria a nuestros patrones de comportamiento y los diferentes modelos que encontramos en nuestras empresas. De manera que tenemos que diseñar como pensamos, pero sobre todo ello como tenemos que interactuar en nuestros equipos y qué sucede con las relaciones con sus miembros.

Hay dos conceptos fundamentales a considerar. La Percepción y el Entorno, y cómo interactúan, como vemos a otros, circunstancias, retos, oportunidades y situaciones. A esto lo podríamos considerar como la visión externa. Pero la percepción de nosotros mismos es también muy importante cuando queremos comparar nuestro poder con el del entorno. Esto se refiere a como vemos el entorno que nos rodea, si es más o menos fuerte que nosotros.

Cuando creamos, desarrollamos y construimos un equipo, necesitamos considerar diferentes aproximaciones, y al mismo tiempo entender que las personas tienen diferentes puntos de vista sobre la misma situación. Ninguna mejor que la otra, cada estilo es único y diferente tal y como son nuestras huellas digitales, pero esa diversidad aporta una visión completa y riqueza a las diferentes situaciones a las que nos tenemos que enfrentar. Si cada uno de nosotros viera las diferentes situaciones de la misma forma, las personas no generarían esa riqueza que da la diversidad ofreciendo diferentes perspectivas y soluciones.

Los diferentes patrones de comportamiento tienen también diferentes percepciones del entorno y de ellos mismos, de manera que cada uno de ellos intenta adaptarse al entorno que ellos perciben. Los equipos están compuestos por diferentes estilos, de manera que el líder tiene que entenderlos para poderlos dirigir de una manera efectiva y equilibrada, mejorándoles con algunos comportamientos que les ayudará a crear equipo.

Tal y como dije en mi último post, “Contando Historias con Design of Thinking”, nuestras creencias determinarán nuestros pensamientos y estos crearán nuestros sentimientos. Esto determinará nuestro carácter y finalmente nuestro comportamiento definirá el resultado de nuestras acciones.

La creación de equipos tiene diferentes etapas, y lo más probable es que la convivencia de diferentes patrones de comportamiento en el equipo sea lo mejor para poder conectar con esas diferentes etapas. De manera que, si estamos en la etapa de formación, necesitaremos miembros del equipo más entusiastas, orientados al trabajo en equipo, con un patrón de comportamiento que considere al entorno como favorable.

Cuando llegamos a la etapa de conflicto, la cual probablemente sea la más difícil para el equipo, los miembros del equipo observarán que las tareas son mucho más difíciles de lo que ellos habían imaginado y expresan sus individualidades de forma hostil y con un exceso de celo. En ese periodo de tiempo, necesitaremos como líderes, dirigir el equipo desarrollando ciertos comportamientos que fomenten el compromiso y la responsabilidad del equipo y que les conduzca con determinación hacia el éxito. Diferentes patrones de comportamiento, que son las dimensiones, responden de una forma diferente frente al compromiso y la responsabilidad, de manera que tendremos que liderarles para conseguir esos últimos de una forma efectiva.

Pero previamente deberemos gestionar los conflictos de una manera constructiva, que será definitoria para superar todas las dificultades de esta etapa.

Durante la siguiente etapa, la normalización, los miembros del equipo aceptarán a los demás. El equipo comienza a desarrollarse y a alcanzar un nivel de cohesión. Se dan cuenta de que no van a sucumbir, y comienzan a trabajar juntos para mantenerse a flote. El desarrollo de la confianza, basada en la vulnerabilidad del ser humano, aportará grandes dosis de proximidad e intimidad al equipo, al compartir y discutir expresando emociones y aportando una crítica constructiva.

La etapa de desempeño es la última, los resultados se acercan. El equipo tiene un buen desempeño como una única unidad, y han descubierto y aceptado sus fortalezas y debilidades, pero también han reconocido la existencia de diferentes patrones de comportamiento que les hace ser un equipo único, cohesionado y equilibrado.

Los líderes son los responsables de alcanzar la efectividad y el alineamiento del equipo. Dirigir a un equipo, conociendo y entendiendo los diferentes patrones de comportamiento, facilitará un buen impacto en su resultado.

Los líderes no pueden cambiar la forma de pensar de los miembros del equipo, pero sí que pueden ayudarles a mejorar su desempeño como individuos y como equipo, entendiendo sus diferentes patrones de comportamiento y los de ellos mismos.

En estos tiempos de cambios rápidos y profundos necesitamos sacar nuestras cabezas de la caja y diseñar nuevas formas de pensar.

Contando historias con Design of Thinking

Diseñamos productos, resolvemos problemas, definimos propuestas de valor, incorporamos la narración de historias en nuestras actividades de marketing, pero también deberíamos diseñar nuestra manera de pensar.

No somos conscientes de nuestros modelos mentales, pero nuestros valores son la base de nuestras creencias. Estas determinarán nuestros pensamientos y por último estos crearán nuestros sentimientos. Eso es por lo que es tan importante el cómo pensamos como individuos y qué sucede en el interior de nuestras mentes.

Como seres humanos tenemos diferentes niveles de competencia y para ser excelentes diseñadores de nuestros pensamientos necesitamos alcanzar la competencia inconsciente. Ello requerirá de un proceso iterativo que permitirá realizar prototipos y tests hasta alcanzar un nivel de perfección en los mismos.

Uno de los principales métodos de comunicación ha sido siempre contar historias. A lo largo de la historia, desde tiempos antiguos, los seres humanos contaron historias incluso de forma gráfica con sus pinturas rupestres. Las historias pueden poner tu mente a trabajar y pueden influir notablemente en nuestras decisiones.

Cualquier cosa que hayas vivido, pues hacer que otros experimenten las mismas sensaciones. O por lo menos, conseguir que las mismas secciones que has activado en tu cerebro también las activen ellos. Nuestras historias suponen al menos un 65% de nuestras conversaciones.

En 2006 se publicó un estudio en la revista NeuroImage, en el que investigadores en España preguntaron a los participantes en el estudio que leyeran palabras que estaban asociadas de manera importante a aromas, así como también lo hicieran con palabras neutras. Sus cerebros fueron escaneados y se obtuvieron imágenes mediante una resonancia magnética (fMRI). Cuando los participantes leyeron palabras como “perfume” y “café”, sus áreas de la corteza cerebral relacionadas con el sentido del olfato se activaron; mientras que cuando leyeron palabras como “silla” y “llave” esta área permaneció inactiva.

Solemos vincular las metáforas y la realidad de manera automática. A todo lo que llega a nuestros cerebros buscamos la relación causa-efecto de alguna experiencia que hayamos vivido previamente.

Cuando nos enfrentamos con diferentes retos en los negocios u otra clase de situaciones empresariales, nos enfrentamos más de una vez con rediseños en donde el Design Thinking nos ayudará enormemente y podremos relacionar los nuevos diseños con nuestras experiencias.

El Storytelling es una de las herramientas más potentes que tenemos para obtener resultados inmediatos y será muy útil su uso en las actividades de Design Thinking. Los líderes pueden utilizarla para convertir sueños en acciones y finalmente obtener los resultados deseados. Cuando contamos historias, debemos estar convencidos de ellas, sentirlas como propias antes de compartirlas con otros. Una historia es la única manera de activas ciertas partes en nuestras mentes de forma que quien nos escucha convierta la historia en algo suyo, formando parte de su experiencia.

También es muy importante contar las historias de manera diferente en función de las circunstancias que nos rodean. No podéis repetir la misma historia sin haberla adaptado previamente al momento y a la audiencia.

Nos gusta que los demás hagan suyas nuestras propias historias. Esto es, como lo que sientes cuando un amigo te cuenta una historia y un par de semanas más tarde le cuentas esa misma historia como si fuera tu gran idea. Esta es la mejor forma de influir en los demás con tus propias ideas.

Peter Guber, productor de cine, define muy bien todo este concepto en “The Four Truths of the Storyteller”, cuando el considera The Truth of the Teller, The Truth of the Audience, The Truth of the Moment y The Truth of the Mission.

La corteza frontal de tu cerebro es la responsable de nuestras emociones y solo es activada con palabras y frases que te emocionan. Esto no es meramente una opinión; ha sido investigado en sucesivas ocasiones y también probado que las metáforas tienen un mayor impacto en nosotros que el que tienen las palabras comunes.

Deberías recordar todos estos conceptos cada vez que tengas que crear tu propia historia.

Gestión del cambio: ¿Qué es?

Después de muchos años de investigación, actualmente, más del 70% de las transformaciones fracasan. Las empresas no abordan los cambios y no se esfuerzan en involucrar a sus empleados en estos procesos.

Los cambios afectan tanto a las personas como a las organizaciones y para tener éxito en un entorno incierto e impredecible, no podemos simplemente permanecer estáticos. Debemos constantemente cambiar, adaptarnos y esforzarse en mantener viva la llama de la innovación.

Es más fácil decirlo que hacerlo.

Estamos en un mundo tremendamente competitivo y necesitamos adaptarnos y readaptarnos continuamente, ¿por qué no estás constantemente innovando?

La perspectiva y algunas barreras nos mantienen alejados de ello. Estas barreras incluyen, miedo, ansiedad, inseguridad entre otras.

¿Has salido corriendo alguna vez para evitar enfrentarte a estas barreras en tu vida o en tu actividad profesional?

No estás solo.

Queremos reducir nuestro estrés, aumentar la efectividad, y ofrecer una mejor propuesta de valor a nuestros empleados, clientes y a nuestras empresas. En cualquier caso, nuestras percepciones disminuyen nuestras habilidades para tomar las mejores decisiones, asumir riesgos y ofrecer un desempeño de máximo nivel.

¿Piensas que todo esto puede tener un impacto en tu capacidad para alcanzar el éxito?

Si piensas que sí, cambia tu forma de actuar, y podrás cambiar tu futuro o el futuro de las organizaciones.

El cambio lo tenemos a nuestro alrededor, y en los negocios parece que la forma en que tienen lugar el alcance y la velocidad es tremenda.

Pero hoy me voy enfocar más en el cambio en los negocios que aquellos cambios que afectan a nuestra vida. En otro momento hablaré de cómo alcanzar el éxito a pesar de la incertidumbre gestionando cambios.

Los cambios en los negocios pueden deberse a:

  • Inestabilidad en las condiciones económicas
  • Entornos impredecibles
  • Cambios en las necesidad y expectativas de los consumidores
  • Nuevas herramientas, sistemas de comunicación, técnicas
  • La transformación digital u otra clase de tecnologías
  • Retos y oportunidades inesperadas

Solo por nombrar algunos.

Por lo tanto, es muy evidente que esta rápidez que se produce en los cambios debe ser gestionada de una manera apropiada.

Eso es por lo que estudiamos diferentes métodos y modelos para poder enfrentarse a estos retos y finalmente optamos por el modelo de Kotter, el famoso 8-Step Process for Leading Change. Basándonos en ese modelo, desarrollamos nuestra propia metodología para ayudar a las personas y las organizaciones a gestionar transformaciones.

Nuestra metodología contempla dos principales aspectos de nuestros negocios. Primeramente, todo lo relacionado con las operaciones de las empresas y por otro lado la gestión y consideración de las emociones de las personas. La mayoría de las veces, ese 70% de fracasos tiene su origen en la parte emocional de nuestros empleados y nosotros ayudamos a que las organizaciones consigan sus resultados en ese sentido.

El mundo de los negocios es arriesgado e incluso puede intimidarnos alguna vez. Deberíamos de forma habitual salir de nuestra zona de confort. Es la única manera de desarrollarnos tanto en nuestra vida personal como en nuestra vida profesional.

Cuando permitimos a los miedos y ansiedades influir en nuestras decisiones y las dudas manejan nuestras acciones, estamos bloqueando nuestra capacidad creativa e innovadora.

Si somos capaces de abordar cambios calculando los riesgos y llevando a cabo acciones correctas descubriremos que la innovación forma parte de nosotros mismos, aprender nos preparará para efectuar cambios más exitosos, el cambio nos ayudará a desarrollarnos y podremos reinventarnos.

 

Estamos llegando al final… Design Thinking

Después de un trabajo muy interesante y productivo estamos llegando al final del proceso de Design Thinking.

Hemos tenido la suerte de contar con el apoyo de grandes profesionales. Gracias a todos ellos hemos podido validar nuestros prototipos.

Tuvimos una jornada muy interesante el pasado viernes con Propietarios, Directores Generales y Directivos de Via Express, Nebula, Concha Baeza Escritora por Encargo, linkmyjob, Centro Farmaceutico, Maxxium y Movistar.

Disfrutamos todos mucho y aprendimos juntos. Gracias Manolo, Quique, Concha, LuisMi, Ernesto, Marian y Diego.

 

Ventajas creativas para las más pequeñas

 

 

 

 La creatividad es una parte esencial de nuestros negocios. Pero necesitamos que nuestras pequeñas empresas también lideren la creatividad. Design thinking demanda un pensamiento creativo.

Se pueden establecer ciertas tácticas que a las pequeñas empresas les permitan competir con las grandes compañías y corporaciones en materia de creatividad.

Hay ciertas actividades que las grandes empresas no pueden o les es difícil realizar. Las grandes empresas funcionan más en línea con el concepto de departamentos estancos. Así que normalmente el departamento de marketing comunica con su personal: Product Managers, Soporte a Ventas, Customer Experience entre otros, muchas veces aislados de lo que ocurre en el departamento de ventas. Sin embargo, en una pequeña empresa donde muchas veces se comparten los mismos espacios físicos, de una forma habitual o incluso de manera accidental, el personal escucha los retos, las oportunidades a las que se están enfrentando otros departamentos u otros compañeros.

También se asiste a reuniones en las que los participantes provienen de diferentes departamentos. En estas reuniones se aprende a ofrecer soluciones para situaciones de negocio de departamentos diferentes.

Es cierto que algunos empleados ofrecen soluciones e ideas sobre situaciones de las que no son expertos. Eso realmente, aunque se pueda pensar lo contrario, ayuda muchísimo a abrir el abanico de posibilidades y soluciones mucho más creativas. Y al final siempre queda la sintonía fina que pueden ajustar los expertos.

Recomiendo actuar de esta manera, haciendo participar a diferentes empleados de diferentes áreas, para que puedan compartir experiencias y soluciones creativas en situaciones complicadas, programas de mejora, diseño de producto, rediseño de procesos, mejora de la experiencia de nuestros clientes. Un par de veces al año puede generar grandes sorpresas, especialmente de lo que son capaces de hacer nuestros empleados.

También existe la posibilidad de persuadir a nuestros empleados a pensar sobre las necesidades y posibilidades de mejora de otros departamentos de una manera más habitual.

Claro que, para poderlo conseguir es posible que debamos modificar en parte nuestra cultura corporativa.

¿Por qué?

Para poder conseguir que nuestro equipo sienta la libertad de poder expresar ideas que capturen la atención de los directivos o mandos intermedios de los que jerárquicamente dependan o de otras áreas y poder discutir ideas y preocupaciones es muy importante evitar la reprobación cuando se cometan errores. Todo ello facilitará el que nuestros equipos aumenten su capacidad de aprender.

La posibilidad de poder entablar conversaciones abiertas, transparentes y con conflictos gestionados positivamente ayudarán a los empleados a sentirse más tranquilos, seguros y motivados, ofreciendo soluciones para otras áreas diferentes a las suyas.

 

Poder gestionar la creatividad de esta manera va a ser siempre mucho más sencillo hacerlo en compañías de pequeño tamaño que en grandes empresas. Pero para ello se necesita práctica, perseverancia y una determinante resiliencia que permita obtener los resultados buscados. Ese cambio de cultura ayudará mucho a conseguirlos. Compañías con una cultura mucho más inspiradora, y colaborativa son candidatas a obtener grandes ventajas competitivas frente a los más grandes.

Al final, no dejéis de hablar con vuestros empleados para obtener información directa de ellos en cuanto a cómo ayudarles a ser más creativos. Quizás necesiten más flexibilidad horaria, o un tiempo de retiro con el equipo para trabajar esa creatividad. Escúchales sin juzgarles, seguro que se pueden encontrar productividades y facilitar la generación de nuevas ideas. Pero no lo olvides, necesitas esos tiempos de conversación con ellos. Después de todo, la creatividad no tiene valor si nade la comunica.

 

 

 

Cambiando la manera de diseñar procesos

Actualmente las tecnologías, la transformación digital, la industria 4.0 y las nuevas aplicaciones para abordar cambios en procesos, están haciendo que las empresas, o bien estén aumentando su competitividad o la mantengan. Pero una cosa que no ha cambiado, es la necesidad de implementar mejora continua en nuestras organizaciones. Esta ayudará a gestionar el cambio como parte de la vida empresarial.

La Gestión del Cambio en las empresas requiere de educación continua a nuestros directivos corporativos, directivos, mandos intermedios y a la organización en su conjunto. Es muy importante considerar algunas cuestiones básicas para conseguir que un cambio de procesos sea exitoso. Subestimar esas cuestiones puede conducir a la empresa a fracasar en el cambio.

Una vez se define lo que queremos cambiar y el alcance de la acción de cambio, el primer aspecto a considerar es el calendario que queremos tener para el diseño del proceso. Este debería estar bien definido, no demasiado lento pero tampoco demasiado rápido. Al mismo tiempo deberemos enfocar el cambio en aquello que pueda crear y mejorar la propuesta de valor a nuestros clientes.

Más tarde comunicaremos los cambios que estamos implementando al conjunto de la organización. Deberemos considerar a la organización al completo. El factor crítico más frecuentemente ignorado es la necesidad de transmitir un mensaje claro a toda la audiencia – las personas deben involucrarse con el proyecto, ya que dependerá de sus acciones el resultado y éxito del mismo.

La estrategia de la compañía debe considerar y tener integrada con toda claridad la totalidad de los empleados de la empresa, se debe conocer la importancia de los procesos y los niveles de desempeño esperados para  poder entender perfectamente los cambios y el sentido que tienen. Todo ello contribuirá en apoyar las acciones de cambio que las organizaciones requieren implementar.

Podemos construir una hoja de ruta sencilla que nos ayude a implementar los cambios y rediseñar los procesos:

a). El Propietario del proceso será aquel que se encargue de motivar el cambio. El será el responsable de comunicar a la organización el sentido y las razones para implementar tales cambios y también de impulsar el coraje y la determinación necesaria para conseguir el cambio con éxito.

b). Seleccionaremos el Líder de Proyecto adecuado para re-diseñar un proceso y definir el equipo. El equipo deberá poder no solo conducir los cambios sino también poder trabajar todos juntos de una manera cohesionada y efectiva.

c). Asignar los recursos adecuados, instalaciones y tecnológicos para dirigir el proyecto efectivamente.

d). El primer objetivo será eliminar actividades sin o con poco valor añadido que generen costes extra, errores y atrasos.

Antes de comenzar cualquier cambio rediseñando procesos, debemos revisar que somos capaces y estamos preparados para enfrentarnos a un proceso de transformación. Deberíamos revisar aspectos tales como el liderazgo, la cultura, experiencia y habilidades del equipo directivo.

Frecuentemente utilizamos una gran cantidad de tiempo ajustando cosas que no han ido bien, en vez de realizar las tareas y procesos que son parte del trabajo diario. Eso es por lo que muchas organizaciones tienen que realizar un cambio más radical de una manera organizada.

También es necesario definir los indicadores clave que deberán cumplir con unos requisitos:

1.- Alineados con toda la organización

2.- Coherentes con las medidas aplicadas dentro de una estructura jerárquica

3.- Utilizados para impulsar la mejora

Por último, los procesos nuevos o aquellos que se hayan modificado, deberán ser aprobados y finalmente implementados adecuadamente. Consolidar y mantenerlos en el tiempo garantizará los resultados y éxito de los procesos.

Cambiar con eficacia

Todos nos enfrentamos a retos de liderazgo en nuestro entorno global. Hemos reestructurado nuestras organizaciones y a veces, incluso hemos tenido éxito como líderes de esas reestructuraciones. Pero para tener éxito como líderes necesitamos hacer frente a cambios organizacionales, desarrollando y superando retos que aborden el cambio con eficacia.

El siglo XXl nos ha forzado al cambio a causa de una dura competencia. Nuevos productos y servicios ofrecidos por nuestros competidores han hecho más relevantes a estas empresas y por tanto nos han llevado a entrar en nuevas maneras de gestionar nuestras propias compañías.

Es muy importante que nuestras organizaciones no se deterioren en el tiempo hasta el extremo de no poderse recuperar. Por lo tanto, debemos anticipar esos momentos y reorganizarnos mediante estrategias que aseguren que avanzamos de una forma determinante y en la dirección correcta.

Ante estas circunstancias, las personas no somos inmunes al cambio y no los podemos evitar.

Nuestros clientes demandan más y más, y están cambiando muy rápido su demanda. Cumplir con sus expectativas y aspiraciones es una tarea muy difícil y obliga a las empresas a destacar constantemente (o aumentar) su innovación y creatividad para poder estar al día con los cambios en gustos y preferencias de los clientes.

Si quieres crecer, cambiar es esencial.

Muchas veces la gente confunde el crecimiento con el cambio. Es diferente decir “Quiero cambiar de carrera” a decir “quiero crecer con mi carrera e ir cambiando de un lugar a otro.” El cambio es algo que puede ocurrir de una forma muy rápida, mientras que el crecimiento es algo que lleva tiempo y requiere mucho esfuerzo y energía. Coraje es la pasión y perseverancia en el largo plazo. Puedo decir que crecer es como una maratón y el cambio es hacer un sprint.

Ese es uno de los conceptos más importantes en gestión del cambio, el sentido de la urgencia. Necesitamos acelerar el cambio. El tiempo corre en nuestra contra.

Una cosa que tienen en común el cambio y el crecimiento es que los dos implican salir de la zona de confort.

Como siempre digo, la gente suele asumir que el status quo es bueno. Prefieren permanecer sin cambiar, ya que es mejor lo conocido que lo desconocido.

La gestión del cambio es un proceso que consiste en cambiar efectivamente y de una manera exitosa, persuadiendo a las personas a seguir la estrategia definida por la organización. También consiste en crear la correcta coalición y alinear a los empleados para neutralizar la resistencia a los cambios que serán implementados.

La Gestión del cambio y sus líderes deberían crear suficiente confianza entre los empleados para facilitar todas las acciones que pueden conducir al cambio requerido con éxito. Tratarán de cumplir con las necesidades de motivación de su gente.

Los líderes tendrán que actuar con optimismo y guiar a las personas hacia delante con confianza. Ellos definirán e implementarán una clara y consistente estrategia con una visión y misión bien definida.

Todos los lideres involucrados en cualquier proceso de gestión del cambio deben estar siempre al lado de su gente durante el periodo de transición, creando confianza y seguridad. Deben ser apasionados y conquistadores respecto al cambio. Tendrán que unirse a sus empleados durante el proceso del cambio y hacerles sentir parte de él.

Y al final, asegurarse de que el cambio se produce por completo, sin que ningún cuello de botella impida el proceso.

No subestimes la resistencia al cambio.

Asegurar el proceso del cambio requiere de líderes flexibles y adaptables, que puedan liderar situaciones y personas con éxito. Si ellos comunican con pasión y dejan las cosas claras para las personas, la implementación del cambio será mucho más fácil. Si ellos dan buen ejemplo, crearan confianza en las personas.

Los líderes deben tener desarrolladas unas buenas habilidades de comunicación, deben ser resilientes, delegar, compartir la visión, motivar a los demás y hacer del cambio una parte de la cultura de la organización. Deben ser competentes y estar seguros de sí mismos. Deben aprender a priorizar sus tareas y concentrarse estrictamente en el cambio. Es también esencial mostrar y celebrar pequeños éxitos para motivar a los demás. Deben asumir riesgos y aprender a superar las barreras que puedan aparecer en el proceso de cambio, siendo también analíticos con habilidades de resolución de problemas y observadores de la globalidad.

Sobre todo, los líderes del cambio deben ser apasionados en su esfuerzo para hacer que el cambio sea fluido y exitoso.

El cambio es inevitable y los CEOs de las grandes compañías deben ser más astutos que los de sus competidores para enfrentarse a futuros retos.

Controlando los cambios

Es lunes por la mañana y comienza la semana. ¿Has pensado cómo controlar todos los cambios que se están produciendo en tu empresa?

Todas las compañías que abordan cambios con éxito, llevan a cabo procedimientos de control de dichos cambios. Por ejemplo, todos los proyectos suponen cambios, y estar bien provistos de las herramientas adecuadas para enfrentarse a esos cambios, es crucial. Un error común en las empresas es la falta de los adecuados procedimientos, lo que puede causar que muchos proyectos no lleguen a buen término. Si te anticipas a ello, podrás salvar mucho tiempo y recursos.

Pero no te preocupes, desde Muvens te podemos ayudar. Tenemos todas esas herramientas y la experiencia de haber ayudado a muchas empresas a efectuar cambios de una manera exitosa.

 

¿Por qué nos resistimos a los cambios?

Un proceso de cambio no es únicamente un proceso, es mucho más que eso. Como humanos muchas veces nos vemos abocados al cambio de manera involuntaria, aunque también muchas veces somos empujados a ello.

En muchas ocasiones, y como resultado de iniciativas de cambio, nos resistimos a los mismos. Aunque este tipo de comportamientos no es solo exclusivo en situaciones de cambio.

Como gestores del cambio y colaboradores de distintas organizaciones en estos procesos, sabemos que en más de una ocasión, los cambios, se convierten en un problema más que en una solución. Desplegamos esfuerzos importantes en cambiar las cosas para mejorar, y en vez de avanzar y cambiar, la mayor parte del tiempo encontramos grandes resistencias. Ante el cambio podemos encontrarnos reacciones tanto positivas como negativas y además al mismo tiempo.

La palabra cambio en si misma suele tener connotaciones que nos generan emociones.

Acción y cambio son términos necesarios, pero no suficientes a la hora de abordar un proceso de esta naturaleza. Muchas veces depende de lo que nosotros percibimos como cambio. Especialmente de lo que percibimos como real.

Nuestra vida en las empresas está llena de momentos ambiguos e inciertos, y el sentido común tiene una gran importancia a la hora de enfrentarse a todas esas situaciones. Entiéndase este sentido común, como un proceso mediante el cual podemos entender mejor que sucede cuando nos encontramos en esos momentos de ambigüedad e incertidumbre. Es un proceso cognitivo y consciente de lo que supone un cambio. Como humanos intentamos utilizar este sentido común para entender mejor lo que está sucediendo a nuestro alrededor.

El cambio es una cuestión sobre la que consideramos qué es lo que cambia y qué permanece igual. Va a depender mucho de nuestras percepciones. Cuando vemos un cambio, ¿qué aspecto consideramos? ¿los comportamientos de las personas, sus relaciones, o aspectos más relacionados con el cambio en su conjunto?

También sucede que cuando se propone abordar cambios, se abordan con gran entusiasmo. Se piensa que aportarán conocimiento, nuevas formas de hacer las cosas, pero al final nada sucede. ¿Son realmente las resistencias al cambio tan poderosas que hacen que al final nada suceda?

Todos sabemos que el fumar es peligroso para la salud, nos inundan con avisos de las consecuencias que tiene el fumar, con programas de tv y radio sobre salud, en medios escritos, incluso en las propias cajetillas de tabaco. También tenemos mucha información sobre los efectos que tiene sobre la salud el sobrepeso y que puede causar serias enfermedades. En otro sentido conocemos que la práctica del deporte moderada es muy beneficiosa para nuestro cuerpo. Pero movernos de eso que sabemos y que somos conscientes a la acción es muy difícil para la mayoría de todos nosotros. Algunas veces lo conseguimos durante un periodo de tiempo, pero nos cuesta un gran esfuerzo. Lo que parece que realmente cuesta es mantener ese cambio en el tiempo.

Por eso, en Muvens consideramos de gran importancia los procesos de implantación y sobre todo la consolidación de los cambios que nuestros clientes abordan junto con nosotros.

No obstante, bajo nuestro punto de vista, los retos que presentan los cambios a líderes y sus empleados, para la mayoría de ellos, no es un problema de querer hacerlos. A lo que se enfrentan la mayoría, es la incapacidad de cerrar el espacio que hay entre lo que se quiere hacer y lo que son realmente capaces de hacer.

Esto viene generado en la mayor parte de las ocasiones por nuestras experiencias, por lo que está escondido en nuestro inconsciente y como percibimos las cosas, como nos vemos a nosotros mismos y como nos relacionamos con los demás.

Resistencia al cambio es una forma manifiesta y consciente de nuestro comportamiento en un entorno social o empresarial. Se refiere a la interconexión entre componentes cognitivos, emocionales y relacionados con nuestro comportamiento.

Por todo lo dicho anteriormente, resistirse al cambio no es solo una actitud frente al mismo. Es mucho más que eso. Tampoco podemos considerarlo solamente un estado consciente de nuestra mente, o un proceso predictivo, o una respuesta ante lo que se nos presenta.

Lo que nos hace resistirnos al cambio es nuestra propia representación y percepción de lo que estamos viviendo y de la realidad. Recuerdo muy bien en mi etapa gestionando proyectos como Propietario de Proyectos Internacionales. Había un factor común en todos ellos. A pesar de existir una forma de trabajo común (Project Realization System), que incrementaba la efectividad de los equipos de proyecto, cuando algún equipo se enfrentaba a una dificultad, por ejemplo, en diseño de pieza, ellos podían dar una solución rápida o buscar el origen del problema de manera concienzuda.

Muchas veces los equipos solucionaban de forma rápida la situación, aunque lo realmente efectivo hubiera sido buscar el origen del problema que hubiera permitido solucionarlo para todos los equipos de proyecto en general. Todos siempre estaban bajo presión, especialmente para cumplir con los plazos definidos en el proyecto, de manera que soluciones rápidas eran la norma, que casi nunca tenían sinergias conocidas con el trabajo de otros equipos de proyecto.

Cada equipo siempre hacía lo que para ellos tenía sentido, pero ninguno se dio cuenta de que lo que hacían podía tener impacto en el procedimiento que regulaba a todos. Hasta que un día un líder de uno de los equipos dijo, “¿qué estamos haciendo?”. Esas fueron las palabras clave. En el momento que hablaron de “nosotros”, hubo una asunción clara de una situación que afectaba al procedimiento y a todos los equipos.

Hasta ese momento siempre la responsabilidad había sido de los otros equipos, de los jefes, de la falta de tiempo, de la escasez de medios. Cuando se dieron cuenta de que eran realmente todos y su forma de gestionar, el cambio se pudo abordar con entusiasmo y determinación sin ninguna resistencia.

El cambio solo es posible para todos nosotros una vez reconocemos nuestros problemas y limitaciones.